lunes, 18 de junio de 2018

Añadidos necesarios para los nuevos portátiles

En la anterior entrada habíamos hablado de un nuevo portátil. Estos portátiles nuevos, tan ligeros, tan finos, tan... que no llevan ni siquiera un RJ-45 para conectarlo mediante conexión Ethernet a la red local. Al mismo tiempo, como conexión de salida gráfica para una segunda pantalla tiene un micro-HDMI tipo D, lo que obliga a llevar un cable adaptado/adaptador a los cañones con HDMI, e incluso un adaptador para los cañones con VGA. Otro punto débil es que solo se dispone de un USB 2.0, uno 3.1 y un USB C. Si se le pone un ratón con receptor USB, más una unidad USB de datos ya no queda nada libre. La solución fue, en primer lugar, un ratón Bluetooth que no precisara receptor, ya que los portátiles modernos llevan receptor BlueTooth incorporado; en este caso un Logitech MX Anywhere 2S, un magnífico ratón (aun no he tenido que recargarlo),


y en segundo lugar, un HUB USB HooToo. He preferido un HooToo a otras marcas debido a que tengo más productos HooToo y funcionan bien. Este concentrador se comunica con el portátil a través del puerto USB C e incluye un conector Ethernet RJ-45, un HDMI estándar 4K, 3 puertos USB 3.1 y otro USB C, que sirve como alimentador (por si se quiere usar como cargador) y también como conexión de datos. Lo he probado con cañones en HDMI (perfecto), en cañones VGA con adaptador (bien), con discos duros con y sin alimentación (perfecto), así que con un simple HUB más pequeño que un ratón dispones de muchas más posibilidades en el portátil.


Recomendable incluir un HUB en el maletín. Lo del ratón, depende de la habilidad de cada uno con el touchpad. 


miércoles, 13 de junio de 2018

Cambio obligado de portátil

Como ya había comentado, había sustituido el portátil que me ha acompañado en los último 8 años (aunque aun sigue en funcionamiento; no lo hemos jubilado, solo que yo lo he dejado de usar) por un DELL de 17 pulgadas. Siempre he pensado que los portátiles de 17 pulgadas pueden ser muchas cosas, pero no portátiles; simplemente, algo que precisa una carretilla para llevarlo —permítanme ser algo exagerado— no es un verdadero portátil. Y además este peso lleva otros problemas; al terminar una clase y levantar el maletín el peso hizo ceder una de los enganches de sujeción y el maletín cayó dando con la una esquina en el suelo. La caída fue suave, y a simple vista el portátil parecía sin daños, pero solo arrancó una vez, se apagó de golpe y nunca más funcionó. La avería era una pequeña rotura en la esquina de la placa madre; no reparable y coste de cambio de placa superior al valor del propio portátil, teniendo en cuenta que tenía 6 años, teclado americano, 4GB etc... Se recuperó el disco duro sólido nuevo recién instalado y adelante (El Rey ha muerto; viva el Rey).
Primera opción de sustitución; el departamento compra un portátil de prestaciones limitadas que cubran las necesidades docentes; segunda opción, me "regalo" un portátil como siempre he querido tener. A pesar del coste he preferido la segunda opción, un ASUS Zenbook UX430UA GV360T (Core i7 8550U, 16 GB RAM, 512 GB SSD, 14" 1920 x 1080, y solo 1,2kg, no 7 como el DELL).


Por supuesto, le he quitado "cierto" sistema operativo que traía y que se presentaba con un sirviente que hasta llega al insulto, un tal Cortana. Por si había algún problema en la instalación, hice previamente una copia del disco mediante ddrescue (3 horas, una imagen de más de 500 GB) desde una versión "live" de Fedora en un USB y luego instalé Fedora desde esa misma unidad USB. Ha sido la instalación más rápida que he visto en mi vida. Empezamos con la destrucción de las particiones Windows y división del espacio de disco desde anaconda mediante blivet-gui (/boot/efi 1GB, /boot 1MB —llega con 200MB—, swap de 24 GB —1,5 x 16 de la RAM, aunque creo que poner más de 6 no es necesario—, / 130GB y /home el resto); luego, instalación de sistema, y antes de haber escrito las palabras del administrador y usuario ya había acabado. Desde la orden de empezar hasta haber terminado, menos de un minuto. Por si no se lo creen, tenemos pruebas (esta imagen es tras la actualización a Fedora 28, por que la instalación fue con 27):


Funciona muy bien y rápido. Como el disco sólido es de 512 GB me ha permitido por fin sincronizar Dropbox de forma completa en un portátil, ya que hasta ahora, con discos de 240GB, nunca había sido posible. 


Tan contento como niño con zapatos nuevos.

viernes, 8 de junio de 2018

Algunas GNOME Shell Extensions problemáticas

Después de una instalación limpia de Fedora 28, solo disponía de dos fondos de pantalla, así que mientras estaba configurando el sistema, entre las extensiones de GNOME me encontré con NASA APOD Wallpaper Changer. Es interesante, ya que cambia la imagen cada día según la que escoge la propia NASA. Al mismo tiempo instalé otra extensión que me pareció interesante, Extensions, que muestra las extensiones en el panel superior y las puedes configurar directamente. A partir de ese momento empezó a saltar el sistema gráfico y estuve tres días con ese problema, hasta que eliminé las dos. Seguramente solo una es la culpable, pero como las eliminé simultáneamente, no sé cual de ellas es.
Consejo: instalar las menos posibles, y de una en una.

Y, por cierto, el fondo de Fedora 28 no está nada mal.


miércoles, 6 de junio de 2018

Cuando las GPUs y Wayland no se llevan bien

Ruego disculpas por estar tanto tiempo sin hablar de algunas novedades, pero el trabajo aprieta —aunque no ahoga— y el día solo tiene 24 horas. A ver si sacamos algún momento para hablar de algunas novedades, que si las hemos tenido.
Para empezar, hemos encontrado una inestabilidad entre la tarjeta gráfica de mi ordenador de trabajo y Wayland. Como ya habíamos comentado, debido a que el monitor tiene una resolución de 2560x1440 y con la capacidad de proyectar dos entradas simultáneas, la tarjeta gráfica más asequible que cubría esas prestaciones era una nVidia GeForce GT 730.


Pero desde que Wayland ha pasado a ser el gestor gráfico por defecto he tenido que escoger entre trabajar en x11 (gnome clásico) o que el sistema saltara el sistema gráfico varias veces al día sin previo aviso. El uso de gnome clásico ya no es adecuado y no ha quedado más remedio que cambiar la tarjeta gráfica; en resumen, he tenido que buscar la tarjeta más asequible que cumpla las exigencias del monitor, y por supuesto, que no fuera nVidia; en este caso una Radeon RX 560.


Por suerte el distribuidor tenía una con la caja rota y así ha salido más barata (véase foto).
Muchos dirán que si instalara los drivers privativos todo funcionaría; pues no. Lo primero que hice al actualizar a Fedora 28 fue eso y el ordenador no arrancó de manera gráfica nunca más. Aviso para navegantes...
Otros dicen que también se solucionaría con una tarjeta algo más potente, aunque fuera nVidia. No digo yo que no, pero no tenía mucho tiempo para probar. Desde el cambio de GPU todo va como la seda.