jueves, 28 de septiembre de 2017

SSD en el portátil, ¿y qué hago con la grabadora?

Como ya he explicado alguna vez (ver aquí y aquí), no hay mejor cura de aceleración de un portátil que ponerle un disco sólido. En este caso necesito un portátil para dar algunas clases, y los dispositivos portátiles de los que disponemos en el departamento son antiguos, tienen "Güindous" y todos con discos magnéticos. Me han ofrecido una máquina bastante potente (Dell Latitude E5520, i5-2540M, con 4GB de RAM y disco duro WD Black Caviar de 320GB) que estaba arrinconado por los demás.
Lo primero fue hacer copia de seguridad, por si luego alguien reclama algo de él, y luego poner un SSD lo más pequeño y barato posible, para que cubra las nuevas necesidades pero a coste bajo. En concreto un Kingston SA400 de 120GB, d elos que me sobran 80GB, ya que se instalará de forma habitual; disco sólido sistema y una pequeña partición de swap (en este caso, ya que tiene poca RAM para mi gusto), y el magnético como /home/usuario. Esta modificación lleva el disco magnético al espacio de la grabadora (con adaptador para que se ajuste al espacio) y el SSD a donde estaba el magnético. Luego instalación de Fedora 26 y lo de siempre etc.
Sin embargo, queda un dispositivo víctima colateral de la operación, la GRABADORA. Como es conocido, en estos momentos es un producto en retirada, que casi no usamos, pero al que de vez en cuando tenemos que acudir para recuperar algún dato, extraer música, lo que sea. Es decir, no estaría mal recuperar la funcionalidad de este dispositivo para esos casos "raros" en que es necesario.
Como podemos ver, la conexión SATA no se ajusta la de un disco de 2,5'.


Solo se necesita un conector de 7 + 6 pines hasta USB (cable de la izquierda) y funciona perfectamente. Queda en el cajón hasta que haga falta.


Ningún ordenador más con lector de DVDs, ni siquiera los de sobremesa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario