sábado, 26 de octubre de 2019

Logitech G413. ¡Arriba los teclados mecánicos y olvidemos las membranas plásticas!

Pues así es. En mi ordenador personal había ido probando diferentes teclados hasta encontrar uno que me gustase. La razón fundamental siempre ha sido el tamaño, ya que no me gustan los teclados grandes ni que tengan apoyo de muñeca. El que he usado los último años —muchos, por cierto— en mi ordenador personal de casa era un Logitech K120, barato y pequeño. Al principio funcionaba adecuadamente, pero con el paso del tiempo me fueron fallando teclas al escribir. Al principio me faltaba sobre todo la e, luego el espacio, y últimamente la s y la a. La verdad es que lo fui soportando por que en el ordenador de casa escribo poco y hago más trabajo de edición multimedia; nunca han sido todas y de manera continua. Simplemente, si pulsas de manera un poco más débil, no aparecían. Sin embargo, este último mes he estado escribiendo más de lo habitual, y he tenido que revisar todos los textos por falta de caracteres. Harto de tanto tiempo perdido he estado pensando en que teclado comprar. Siempre he pensado que el culpable era la membrana de plástico que ha sustituido a los muelles, y recordaba con nostalgia los teclados mecánicos que usábamos antes, en el siglo pasado. Así que he buscado un teclado pequeño y mecánico, y sí, aunque lo dudaba, existen algunos modelos que cumplen esas características. Entre los pocos que encontré, analizando las opiniones dadas por sus usuarios, el tamaño de los modelos y otras razones, como el gusto personal, me he comprado un Logitech G413. No es ni el más caro, ni el más barato, pero es del tamaño que quiero y el que más me gusta.


Como se puede ver, es algo más pequeño que el K120. La razón fundamental para su adquisición es el mecanismo de marcado de las teclas, que Logitech llama Romer-G táctil. Foto publicitaria para verlo.


Y además, como es un teclado para gamers, sean quien sean esos seres, trae una novedad poco habitual, un juego de teclas de reserva —q w e r a s d 1 2 3 4 5— y un extractor; creo que aunque se han añadido para los gamers, supongo que también sirven para los simples mortales.
Tiene una superficie sobre la que se asientan las teclas de aluminio-magnesio pulido que le da un cierto peso, más de un quilo, que lo hace mucho más estable que los que he utilizado habitualmente. Las teclas están iluminadas, y creo que los del lado oscuro —Windows—, con la aplicación G HUB pueden controlarlas y hacerlas variar. Para mi en Linux hasta ahora solo han sido rojas, pero lucen bien y permiten escribir en oscuridad —yo, autodidacta en muchas cosas, nunca he sabido la distribución del teclado y solo uso dos dedos, así que necesito mirar con frecuencia—. Lo he estrenado con esta entrada y no me ha faltado ninguna letra; de hecho, me han sobrado algunas, por que las teclas son más altas que las del teclado anterior y estoy en período de aprendizaje.
Exijamos a las compañías de periféricos que ofrezcan más modelos mecánicos. ¡Arriba los muelles! ¡Abajo las membranas!

[ACTUALIZADO]: He recibido con un cierto retraso el ratón que había pedido junto al teclado, un G203. Ahora me dicen en casa que he montado una discoteca en mi estudio



2 comentarios:

  1. Yo también utilizo teclados mecánicos, aunque de los blancos antiguos. Siguen sin fallar y, personalmente, el sonido de las teclas deleita mis tímpanos.

    Un saludo.

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    1. Lo echaba de menos. Es de agradecer este tac tac que oíamos antes

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