lunes, 18 de marzo de 2013

Posibles efectos de la nueva Ley de Propiedad Intelectual

Para empezar puedo decir que yo soy uno de los millones de usuarios que baja material para tener "copias privadas". Segundo, jamás me he considerado culpable de nada sobre ello. Muchas de mis copias privadas lo son de verdad. Tengo mucho material original comprado; CDs de Música, DVDs y BRs de vídeo y miles de libros; aun conservo VHSs originales, aunque ya no tengo ningún equipo para verlos. Y, si compro material con derechos de autor, ¿por qué tengo "copias privadas"?


En primer lugar, no me gustan los 5 primeros minutos de los DVDs y BRs, en los que, después de haber pagado religiosamente tengo que aguantar múltiples amenazas en el caso hipotético de que copiara algo que acabo de pagar (de una entrada antigua)


 
(Via Kevin Marks)

Esa fue una de las primeras razones por las que después de comprar un producto (DVD) hacía personalmente una copia; simplemente para eliminar esos primeros minutos que no puedes acelerar ni eliminar (mis DVDs originales no tienen ni una raya por que, en general, no los he usado nada más que para hacer una copia). Naturalmente, con los DVDs era capaz, pero con los BRs no tengo ni el conocimiento ni el hardware (no tengo un lector de BR en el ordenador) para hacerlo, así que por ello bajo copias privadas.

En segundo lugar, prefiero ver los vídeos desde un USB o DD que desde un disco óptico. En mis televisiones y monitores dispongo de lectores multimedia para ver los vídeos desde USB o red, pero solo en uno de ellos tengo una PlayStation para ver los DVDs y BRs. Como todo el mundo sabe, la PS3 no es muy cómoda para ver los vídeos desde discos ópticos (la configuración, idioma y subtítulos generan un menú que hay que manejar con las teclas de movimiento de los juegos). Las televisiones actuales están preparadas para otra forma de ver el cine. Haga el favor la industria de adaptarse al mundo y no pretenda que el mundo siga comprando el agua a los aguadores; ¿acaso no tenemos grifos?

En tercer lugar, por una simple cuestión de espacio. La tecnología actual nos brinda la posibilidad de manejar en nuestra red local todo el material multimedia, y es una tontería exigirnos comprar discos que ocupan metros y metros de estantería (tengo una habitación entera solo para eso; las cuatro paredes cubiertas), cuando los podemos tener en un NAS y utilizarlos en cualquier televisión, ordenador, consola o monitor que tengamos en casa, bien mediante WIFI, PLC o cableado ethernet directo (otro caso de agua corriente y el ocaso de los aguadores, también llamados Defensores de la Propiedad Intelectual. No discuto los derechos de los autores; discuto la forma en que se están defendiendo).

En cuarto lugar, por cuestión de derecho. Existen algunas películas de las que he adquirido un VHS, varios DVDs y  BRs. En el pasado, ¿no hemos adquirido un cassette, luego vinilo y finalmente un CD? ¿Cuántas veces tengo que adquirir un derecho? ¿Por que no puedo hacer una copia? Yo siempre copiaba mis vinilos a cinta, y jamás pensé que no tenía derecho a ello, aunque en ese caso lo hacía para no gastar el vinilo.

Sin embargo, reconozco que no tengo el original de algunas de esas copias. Eso quiere decir que, primero, no estaba dispuesto a comprarlas, así que las pérdidas fabulosas que se citan todos los días y que sacan a la luz estos días en prensa, radio y televisión son completamente falsas. Compro aquello que estoy dispuesto a pagar, aunque también tenga una copia privada y nunca compraré lo que no quiera comprar.
Segundo, y mucho más importante, mucha gente hace posible que podamos ver material que no se puede comprar. Voy a poner un ejemplo, pero como éste hay miles. Bladerunner es una de las películas que más me han gustado en la historia del cine. Hace años, después de haber comprado un VHS, adquirí también una edición en DVD con la edición del director. Ese DVD no estaba doblado al español. Se recomienda siempre ver las películas en versión original, pero a mi me ha gustado mucho el doblaje de ésta. Unos ripeadores obtuvieron la copia del DVD y añadieron el doblaje desde el VHS. Pudimos ver así un material que no estuvo a nuestra disposición de forma comercial hasta años después. Por supuesto, luego he comprado la versión de varios DVDs en caja metálica, así que, ¿por qué tengo que preocuparme por disponer de otras 20 copias privadas de diferentes resoluciones y versiones? Hay cientos de ejemplos como éste que no se están teniendo en cuenta.

En resumen, bajamos y copiamos (y también colgamos para los demás) por que la industria no nos da los productos que queremos. No queremos discos ópticos, que están muertos y ocupan mucho espacio; queremos copias digitales a precio asequible para todo el mundo, que podamos ver en streaming por un precio razonable, o que podamos conservar, a un precio algo mayor. Queremos que estén disponibles en la red. Queremos que tengan subtítulos en nuestros idiomas (si no, los tenemos que hacer, incrustar y ya estamos con la copia). Queremos poder verlas solos en en compañía, dónde y cuándo queramos, por que a veces parece que compras un DVD, los pones con tus hijos y parece que tienes que echarlos de la habitación, por que parece que la compra solo te permite a ti y solo a ti verla.

¿Qué pasará si la nueva ley se parece a lo que estamos viendo? (véase aquí, o aquí).
En primer lugar, espero que las operadoras cifren el tráfico de sus usuarios. Así luego ya pueden pedir lo que quieran, que no lo podrán leer.
En el caso de que las operadoras no defiendan a sus usuarios, estos usuarios bajarán inmediatamente el ancho de banda del que disponen (personalmente me pasaré de 100mbps a 1), y dejarán de bajar, pero también de pagar a las operadoras. Veremos que da más dinero, los impuestos de las operadoras de telefonía -miles de millones- o los derechos de autor gestionados por los que todos sabemos. Por supuesto, los usuarios, que son muchos y mucho más inteligentes que la industria y las operadoras se buscarán la vida y aparecerán docenas de formas de seguir haciendo copias de seguridad.
Por último, aproximadamente 8 millones de ciudadanos en este país obtienen diariamente copias privadas; ¿es que 8 millones de ciudadanos no tienen nada que decir? Me permito recomendar una entrada que había escrito hace unos años hablando un poco sobre esto.

Amigo, ¡cómo va a subir el tráfico en Mega! Y todos sabemos por qué.

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