martes, 10 de noviembre de 2015

La necesidad de particionar un disco antes de instalar Fedora

La última instalación que hice, además de todas estas reparaciones y rearreglos que hemos visto, supuso también un cambio de discos duros. El disco de sistema, el disco que actúa como home y uno que utilizo para naterial multimedia son los mismos, pero el disco que funcionaba como copia de seguridad interna se estaba quedando pequeño y quise cambiar por un WD Red NASware de 6TB.


Como el ordenador tiene la posibilidad de conectar 6 unidades, para ocuparlas todas conecté un Caviar Black que tenía por ahí sin usar para ver que todo funcionaba correctamente si los colocábamos bien, es decir, la grabadora de última. En la instalación anaconda me mostró que antes de instalar, hay que formatear los discos. La instalación me permitió introducir todos los discos pero al decidir para que usaremos cada uno no me enseñaba el nuevo de 6TB. En resumen

sda1 /
sdb1 /home
sdc1 /home/multimedia
sdd1 /home/prueba

pero no había la posibilidad de introducir el sde1 para /home/backup por que no existía (lo bueno es que si media el espacio y decía cuantos TB quedaban sin usar).
El problema es que puse el disco directamente desde el estuche, sin formatear y no tenía partición alguna. Simplemente arranqué con un Fedora 22 live y, tras la intalación de gparted, generé una nueva partición y le di formato ext4. Luego ya pudo ser instalado como

sde1 /home/backup

Sí, es una instalación tradicional por unidades y no en volumen lógico (LVM); no estoy seguro de lo que puede pasar cuando se estropee un disco y lo que habría que hacer para recuperar el contenido. Además, no hay swap, por que no quiero poner la swap en sda, ya que es un disco sólido y quiero que dure (Intel 535 con SOLO 3 años de garantía, lo que me tiene algo escamado), y no me atrevo a ponerla en otro disco, por si retrasa el funcionamiento del sistema. Además, con 24GB de RAM no creo que sea estrictamente necesaria.

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