lunes, 21 de noviembre de 2011

Ubuntu. Inconvenientes de una instalación en limpio

Como he dicho en la entrada anterior, he realizado una instalación sobre cero. Eso supone, en principio, no arrastrar "herencias negativas" de atrás, fundamentalmente por que la instalación de Ubuntu 11.10 supone también el salto a kernel 3.x y también, y mucho más importante, a Gnome 3.x. Sin embargo, tiene varios inconvenientes. Primero, aunque poco importante, supone tener que copiar todos los datos importantes, los discos virtuales de las máquinas virtuales (que redundancia), que en mi caso tienen un tamaño fijo para VirtualBox y variable para VMWare (en total 4 discos virtuales, unos 125GB), los directorios .amule, .jdownloader, .thunderbird (copia de seguridad de mi correo profesional) y las configuraciones de Firefox. En total han sido 1,1TB, 4 horas y algo de copieteo a una media de 75MB/s (dos Caviar Green del mismo lote conectados en SATA, uno sobre el otro).
Segundo, y mucho más importante, no podía abrir los dispositivos externos formateados en NTFS. Eso no me había pasado en las últimas versiones, en las que instalaba sobre un home completo. Instalé ntfs-config, pero no arrancaba. Y es la primera vez que me ha gustado el Centro de Software de Ubuntu, por que en vez de tener que buscar el error en la red debido a directorios no creados automáticamente, un amable ubuntero ya lo había puesto allí:




Así que si a alguno le pasa lo mismo, con buscar en el Centro de Software. No está tan mal, después de todo.

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