lunes, 23 de marzo de 2015

Windows y versión estable



Por razones docentes, en ocasiones no me queda más remedio que trabajar con ordenadores con Windows. Al mismo tiempo como usuario no uso ningún software privativo, ni tampoco la MS Office. Por esa razón el otro día descargué una versión de la LibreOffice, para que mis presentaciones se alteraran lo menos posible. Mi sorpresa fue que al descargar la versión msi de LibreOffice pude escoger entre la 4.3.6, denominada estable, y la 4.4.x —no me acuerdo si era 4.4.0 o 4.4.1—. Como usuario de Linux hace mucho tiempo que no me enfrentaba a este problema. Primero, bajar un software, ya que normalmente, salvo casos muy esporádicos, nos servimos de los repositorios. Segundo, decidir si estable o no, ya que los propios encargados de los repositorios —y según que repositorio, "stable" o "test"— nos ofrecen la versión más adecuada para la versión de distribución que usamos. No está de más de vez en cuando volver al lado oscuro, más que nada para ver que mal vivíamos.

2 comentarios:

  1. En GNU/Linux tenemos otros dilemas (aunque el blogger de "Así somos Linux" no los sufra), tales como "¿y ahora que versión instalo? ¿La Alpha, la Beta, La Release Candidate o la Estable?". Para todos los gustos.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como ya sabes, solo instalo la versión considerada estable, aunque en Fedora normalmente el primer mes suele aparecer alguna sorpresa, y luego se actualiza cuando lo pide y listo. Problemas cero desde hace bastante tiempo. Recuerdo una vez que una actualización de kernel nos tuvo 2 días sin arrancar correctamente en la última versión, pero como siempre tenemos 3 (y aquella vez lo configuré a 5), siempre nos quedan las anteriores.

      Eliminar