martes, 21 de enero de 2014

Volvemos dentro de 5.59...

He estado pensando sobre noticias cruzadas que han coincidido en el tiempo. La primera, hace unas horas. Simplemente, y de forma accidental, me había sentado delante de la televisión, cosa que no pasa nunca, o al menos no pasa nunca cuando está conectada a la antena de televisión, que desde hace muchos años no me interesa nada; accidentalmente estaban emitiendo una serie que me gusta bastante, así que aguanté hasta que, de repente, aparece un mensaje que decía "Volvemos en 5.59...". Hasta ahí me duró el intento de ver la televisión. ¡Cuántas cosas, interesantes o no, se pueden hacer en 5 minutos y 59 segundos! ¡Oiga, aun existía publicidad en la televisión! No me acordaba, de no verla.
Después, hace unos minutos, he leído a través de barrapunto la noticia en la que se señalaba que un tribunal obligaba a un operador a suspender la prestación del servicio a internet por piratería musical. Eso me trajo a la mente una frase que ya había podido leer hace meses acerca de por qué existe realmente la piratería, de un artículo de David Navarro en El País:

"... pensaba que él, como miembro de la industria, lo habría visto en algún sistema de streaming marciano, así que le pregunté... ¿Como te llegan los capítulos? Me respondió con naturalidad “Me los bajo de Torrent... no tengo paciencia para esperar a que los emitan en España a la hora en la que yo puedo estar frente a la tele... la distribución tiene que cambiar...”, me dijo.

Por favor, señora industria del ocio, compréndalo, si quiere que veamos, oigamos y leamos sus espectáculos pagando por ellos, intente que lleguen a tiempo, que no los tengamos que ver 6 meses después de que haya llegado una copia de alta definición del otro lado del Atlántico, que no tenga un precio desorbitado y, sobre todo, que no tengamos que ver los capítulos de 40 minutos en intervalos de 1 hora y 40 minutos, por que la hora de anuncios nos sirve para hacer otras cosas. Si ni siquiera apetece ver los originales que compras, y es preferible ver la copia privada, más que nada para ahorrarnos los 5 minutos de acusaciones de piratería que nos obligan a ver en las copias pagadas religiosamente. Como las cosas sigan así, todo material que exista de forma digital va a sufrir el mismo castigo que ha sufrido la música, y se copiará más del 90%, fundamentalmente para no tener que sufrir por ser honrado. Tome nota, y un respeto a los clientes. Como recomendación, streaming para todo a un precio razonable; algo así como 60 céntimos; ganarían un pastón.

[ACTUALIZACIÓN] Para más información, es recomendable esta entrada en Genbeta.

3 comentarios:

  1. Pues sí Cefe, mucha razón

    Ver películas ya es desesperante pero con las series muchas veces además tienen la "habilidad" de destrozarlas de diversas amaneras: pausar en momentos inadecuados (común a las pelis), la duración de las pausas es desesperante (larguisismas, cortas pero casi seguidas etc.) y además cambiar de horarios las series e incluso desordenar capítulos o temproadas alguna vez.

    Un desastre

    F J Pato

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  2. A modo de ejemplo, ayer a las 22:15 empecé a ver "Muchas mentes peligrosas" (Samuel L. Jackson), y en un intervalo de 30 minutos sucedió esto:

    1) 10 minutos de película
    2) 6 minutos de una primera cuña publicitaria ("Volvemos en 6:00...")
    3) 5 minutos de película
    4) 7 minutos de una segunda cuña publicitaria ("Volvemos en 7:00...")

    Vergonzoso.

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  3. Lo lamento por los dos, pero no volveré a caer en algo tan bajo. En 30 minutos da tiempo a ver dos películas, sobre todo si son de acción. Proyectas una, la que menos diálogos importantes tenga a lo grande, a velocidad 4x, con totem. La segunda, algo más intimista, vas seleccionando en AVC los diálogos interesantes, y de lo demás pasas olímpicamente. Y así, hasta puedes hacer un resumen de ambas películas, para los que te preguntan si las viste. Recomendable para esto los nuevos monitores de 28' que empieza a haber en el mercado.

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