martes, 8 de noviembre de 2011

¿Merece la pena una tablet?

Aquí tenemos la pregunta del millón. Si lo único que queremos hacer con ella es comunicarnos, estoy seguro que es el mejor invento después de la Coca-Cola. Sin embargo, ¿qué podemos hacer con una tablet que no podamos hacer con un portátil? Y, mejor aun, cuántas cosas podemos hacer con un portátil que no podemos con una tablet. Y ahí estoy afirmando, no preguntando. O quizás no sea así. Lanzo una pregunta a los posibles lectores. Mi costumbre con los ordenadores, incluido por ejemplo mi Aspire One, exige la instalación de software que me permita
1. Escribir (vale cualquier cosa)
2. Presentar (habitualmente uso Impress, o sea, instalación de LibreOffice). Eso exige también que la tablet tenga un conector de salida para poder proyectar
3. Estadística (instalación del paquete R)
Rogaría a aquellos lectores que tengan una tablet -o que puedan usar algunas "ajenas", querido hckorootx- que intenten probar las posibilidades de instalación de LibreOffice y R. La dirección de R, para aquellos que no lo conozcan es http://cran.r-project.org/, y ahí hay versiones para Linux (¿se podrá instalar en Android?) y Mac (curiosos saber si valdría para iPads). También hay para Windows, pero mi interés en tener una tablet con Windows es menos que cero.
¿Por qué me interesa esos programas? Por que uso mis portátiles en docencia, proyecto y trabajo directamente sobre ellos, en Internet, manejo de datos y pruebas estadísticas. Si una tablet me sirve para eso, me ahorro llevar un portátil. Si no cubre esas necesidades, sigo necesitando un portátil, así que no me arregla nada.
Todas esas cosas las hago con un Aspire One 110, de los primeros, sin disco duro, que pesa menos de 900 gramos y es -ha sido- mucho más barato que una tablet.
Reconozco que las limitaciones que provocan la RAM en las tablets están en mi contra, pero animo a que probemos si las podemos usar para algo más que navegar por la red y faceboocarnos.

PD. Si funciona, casi merecería la pena comprar también un pico proyector de bolsillo, y con menos de un kilo, llevamos todo lo necesario.

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